Para comenzar a conocernos voy a presentarme:
Soy terapeuta holística desde hace más de 15 años.
Crecí en Villa la Angostura.
Un día portal 8/8/88 mis padres llegaron desde Buenos Aires eligiendo estas mágicas tierras Patagónicas como el escenario de mi infancia.
La naturaleza es y fue mi templo, allí desarrollé la capacidad de estar sola, de la escucha, atención y calma. Siempre fui muy sensible: a los 6 años caminaba sola por el bosque cuando necesitaba quietud.
A los 18 años fui a estudiar a Buenos Aires, allí el arte me convocó. Me formé en teatro, danza, contact improvisación, clown y expresión corporal. Todas estas artes y prácticas fueron profundamente sanadoras, me ayudaron a conectarme con mi cuerpo, la sensopercepción, a vivir procesos movilizantes y a conocerme cada día un poco más.
Pero junto a la exploración artística se abrió otro camino que terminó siendo mi propio camino de vida: el espiritual.
Adaptarme a la ciudad no fue fácil, tuve que aprender a autorregular mi energía, acompañarme en ese gran cambio de vida. En esa época conocí hermosas herramientas que fueron mi sostén.
En el 2007 recibí los alineamientos de Reiki encontré en él una puerta enorme al mundo sutil, la escucha profunda y la posibilidad de sanación.
La Meditación también fue clave en mi camino.
En el 2010 a los 22 años conocí el Sincronario 13 Lunas, profundicé en su lenguaje simbólico y comencé a dar charlas y cursos.
De los 24 a los 27 cursé la carrera de Coordinación de Trabajo Corporal, que me ayudó a unir todo el campo sensoperceptivo que estaba desarrollando, con teoría y encuadres de trabajo terapéuticos para poder acompañar procesos.
A los 27 me inicié en Registros Akashicos ese fue un gran paso, ya que a partir de esta herramienta pude empezar a traducir lo que yo percibía en sensaciones y emociones. Me brindó una comprensión mucho más profunda a la hora de atender. Hasta ese momento mi canalización era de energías para despejar y armonizar el campo, con el Akasha comencé a recibir información canalizada sobre el proceso de las personas. Luego agregue el péndulo en limpiezas energéticas y armonizaciones.
A los 28 años comencé a estudiar Runas Nórdicas, ellas me conectaron con mis paisajes de infancia y una simbología super rica que me cautivó.
Durante el 2021 sumé las Flores de Bach a mis sesiones.
Este es mi recorrido, todo lo que enseño o comparto en sesiones y cursos es lo que necesité incorporar en mi vida para sentirme feliz y saludable.
Todo lo que doy lo doy porque fue importante en mi proceso y quiero compartirlo